La rentabilidad es fundamental en las explotaciones ovinas, ya que permite asegurar la viabilidad de las granjas, además de todas las empresas que trabajan alrededor en aspectos de alimentación, sanidad, reproducción, ordeño…

Para aumentar la rentabilidad de una granja, es clave aumentar el número de partos, lo que permitirá tener más ventas de corderos y más producción de leche. Si no se consigue tener una explotación eficiente y eficaz, adecuada al número de animales con el que se cuenta, se deben tomar medidas diferentes para cambiar ese modelo. Y todo pasa por tener partos. Si no hay partos, no hay leche.

Además, la eficiencia es un aspecto clave para mantener la mano de obra, que es uno de los grandes problemas de futuro de las explotaciones. Debemos mejorar la calidad de vida de los trabajadores, con un trabajo más atractivo. Reducir el tiempo de ordeño y tener la maquinaria adecuada a cada granja irá en beneficio de la rentabilidad.

Por último, hay otro pilar fundamental, que es la alimentación, que funciona como el motor de una granja.

En la actualidad, tenemos una situación de aumento de costes fijos y de alimentación, que disminuyen el resultado operacional. No hay la rentabilidad deseada por los productores, por lo que se resiente el relevo generacional. todos tenemos que aportar al sector ideas y formas de trabajar para que la granja sea rentable, sea eficiente, sea eficaz… y cambiar ese pensamiento generalizado de que no hay futuro en el sector.

Un aspecto fundamental es cambiar el modelo reproductivo. Desde hace un par de décadas, se sigue el mismo modelo, tanto en ovino como en caprino, que es un parto por animal y año. Creo que es un error, porque el modelo de cubrición puede provocar que lleguemos tarde a la toma de decisiones. Se pierde tiempo y dinero en no cubrir antes a los animales. Ahora es complicado tener rentabilidad, pero los ganaderos de vacuno de leche están preparados para aprovechar una situación propicia cuando llegue para subir exponencialmente la rentabilidad de sus granjas. Si seguimos trabajando de la misma manera que hasta ahora, el resultado obtenido será el mismo. O hacemos cosas diferentes o vamos a seguir teniendo el mismo resultado.

Hay muchas noticias que no reman a favor de los ánimos del sector: caída de la producción, reducción del censo, desaparición de granjas familiares… Las granjas que quedan son cada vez más grandes, pero abandonan las granjas familiares porque no hay rentabilidad. No debemos olvidar lo que significa el sector ovino en algunas zonas rurales, por lo que se debe mantener, ya que fija población en el medio rural. Los datos oficiales del Ministerio de Agricultura nos confirman que hay un descenso aproximado de 500.000 ovejas de ordeño en el periodo 2007-2021 y el número de ganaderos con entregas de leche se ha reducido un 34% en ese periodo. El aspecto positivo de esta desaparición de explotaciones es que los que permanecen pueden alcanzar la rentabilidad, ya que tienen una oportunidad si se consolida el aumento del precio de la leche.

Hay menos leche en el mercado y se mantiene la misma estacionalidad. Por lo tanto, no se está produciendo en función de las necesidades de la industria, pero también es cierto que la industria no sabe incentivar para que se corrija esa estacionalidad. Y esa estacionalidad es un problema de todos los tipos de explotación.

Respecto al precio de la leche, la tendencia es positiva en Europa. Un ejemplo es lo que ocurre en Grecia, con un claro incremento de los precios durante los últimos años. El sector griego era tradicionalmente importador de leche de Italia, pero en Italia ya no hay excedente, por lo que las industrias griegas tienen claro que no pueden dejar caer su sector productor y están aumentando el precio de la leche, incentivando a los ganaderos que hacen las cosas bien y que combaten la estacionalidad, con una entrega de leche homogénea a lo largo del año.

La situación es difícil, pero aún podemos tener rentabilidad haciendo la gestión de forma diferente. Además, tenemos que estar preparados para cuando el viento nos venga de cara, ya que la ganadería funciona en muchas ocasiones en función de ciclos. Además, hay un gran margen de mejora productiva, ya que hay muchas granjas por debajo de un parto por oveja y año. La tendencia es que suba el precio de la leche, porque se produce menos y con menos operadores.

Para hacer un cambio de modelo en una granja, es importante que exista un compromiso por todas las partes, incluso de forma escrita. Se deben planificar con fecha los periodos de cubrición y de paridera. Debe tenerse en cuenta que hay que marcar un objetivo realista, para que el ganadero pueda ir observando la evolución positiva. Por último, se debe hacer un manejo muy minucioso de la alimentación, sobre todo en la situación actual de subida de precios de las materias primas.

Si se analiza la producción de un rebaño de ovino de leche por parideras, se observa que la producción baja considerablemente del tercer al sexto mes de ordeño de cada uno de los lotes. Para introducir Melovine en una explotación, se debe planificar entre 35 y 40 días antes de la cubrición, para lo que es fundamental conocer las producciones de los animales. Si no se tiene control lechero, se puede optar por hacerlo a fecha fija para tener el número de partos al año que son necesarios en cada explotación. A partir del tercer mes, que es cuando comienza a bajar la producción del lote, se implanta la melatonina en los animales.

Se ha conseguido cambiar la fertilidad de esas granjas. Pasaron de una media de un 65% con un protocolo de esponjas cubriendo por producción a un 84% con una combinación de implantes de melatonina y esponjas vaginales.

Cuando nos encontramos con animales muy productores, la tendencia es a no cubrirlos o no prepararlos para la cubrición, dejándolos para la siguiente cubrición. Desde mi punto de vista, penalizamos la posibilidad de mejorar la genética de nuestra granja, ya que los animales más productores son los que menos entran en reproducción en la granja; por tanto, creo que los animales deben implantarse y prepararse para la siguiente cubrición con su lote correspondiente, o bien podemos esperar 16 días antes de la cubrición y hacerles un tratamiento de esponjas, ya que en esa fecha su producción de leche será menor.

Los estudios han confirmado que los implantes no reducen la producción de leche. Ha quedado demostrado con la tesis doctoral que hizo Abdelaali El Hadi en la Universidad Autónoma de Barcelona durante el año 2020, bajo la dirección de Gerardo Caja. Además de analizar el efecto de las hormonas como la melatonina y el impacto del esquileo en los animales, realizó un estudio con los dos rebaños que se tienen en la Facultad de Veterinaria, de los que uno es de raza Manchega y otro Lacaune. Se hizo un lote control y otro tratado, con medición individual de la producción de los animales. Quedó demostrado que el uso de melatonina exógena en condiciones de fotoperiodo creciente, en ovejas lecheras de media y alta producción, no tiene efectos sobre la producción de leche. Tampoco tiene efecto sobre la lactosa, la urea o las células somáticas en leche. Además, se produjo un aumento de grasa y proteína en raza Manchega, aunque no lo hubo en Lacaune.

Los datos de una granja de raza Assaf del grupo GEO mostró que en el año 2017 se tenían 0,78 partos por oveja y año, con un protocolo de esponjas de cubrición por producción. En el año 2020, con un tratamiento combinado de melatonina y esponjas, se llega a 1,2 partos por oveja y año. Es un ejemplo de eficiencia y eficacia.

Otro ejemplo de una granja de raza Lacaune indica que se pasó con la misma estrategia de una media de 1 parto por oveja y año, con picos estacionales de paridera muy importantes en primavera, a 1,13 partos por oveja y año, con una mayor homogeneidad de los partos a lo largo de los años.

La evolución de la cantidad de leche ordeñada en las dos granjas indica que la entrega de leche es más homogénea durante todos los meses del año, logrando incrementos de producción.

• No podemos producir de la misma forma que años anteriores, ya que han cambiado las condiciones del mercado.
• Los márgenes están ajustadísimos, pero la tendencia del precio de la leche es buena.
• Hay que explorar otras alternativas en la gestión de la granja, como es la reproducción.
• Debe realizarse una planificación y una combinación de tratamientos hormonales, como es el uso de esponjas y melatonina.

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